One-shot

Holaaaa mi mundo 

que tal les va?

Ando sin ideas de que publicar D:

jeje y lo peor es que regreso a la escuela [molesto]

por lo tanto programare algunos entradas [quizas xDD]

Esta entrada es un pequeño y triste one-shot que a lo mejor y no le encuentran del todo sentido ya que es de una historia que mi hermano esta haciendo en forma de comic y que me pidió que hiciera una versión fic. 

Jeje ojala les guste xDDD

28 de Diciembre de 1741 

Tantos meses habían pasado desde lo ocurrido en el palacio real. Muchos sucesos inesperados habían ocurrido, pero sobretodo el menos esperado estaba sucediendo en estos instantes…

Una joven corría con prisa por las calles solitarias de Belland, capital del reino de Felbeli. Ansiaba ver el “espectáculo” que estaba a punto de ocurrir.

— ¿Por qué tanta prisa hija?— preguntó curiosa una aldeana que rondaba por el camino

— Atraparon a la bruja— contestó la joven mientras continuaba trotando al lugar— ¡la van a ejecutar…!

La chica prosiguió con su camino sumándose a la inmensa multitud que esperaba con ansias la ejecución de la “bruja”.

Todos observaban en silencio a la miserable mujer que se encontraba frente aquella terrible arma asesina, mejor conocida como guillotina. Se notaba que estaba cansada, herida y destrozada, algo en su interior parecía lastimarla profundamente, como si estuviese arrepintiéndose de algo. Miró con cuidado a su alrededor preguntándose a si misma si esté era realmente su fin.

— ¡…hoy tu ejecución será un ejemplo de que si alguien va en contra de Felbeli está en contra del Rey!— aclamó con fuerza el mensajero del rey señalando la enorme guillotina.

El público continuo en silencio, pero el silencio duro poco pues un sacerdote comenzó a profesar en voz alta. Al terminar el mensajero del rey con crueldad y desprecio preguntó a la “bruja”:

— ¿Cuáles son tus últimas palabras?

Silencio total, las miradas clavadas totalmente en la cara de la pobre mujer esperando la respuesta de aquella triste pregunta. El aire sopló con delicadeza levantando el poco cabello que tenía la “bruja”. Sus ojos se nublaron y en un momento a otro su rostro estaba cubierto de lágrimas que expresaban miles de emociones juntas: arrepentimiento, tristeza, agonía, sufrimiento, dolor, tantas emociones en tan solo unos segundos. Suspiró y con un hilo de voz pronunció sus últimas palabras.

— Me hubiera gustado verlas de nuevo

Nadie entendió en lo absoluto aquellas palabras y no tendrían por qué, no estaban dirigidas hacia ellos, más bien eras palabras que expresaban la mayor aflicción que ella tenia en ese momento, su mayor remordimiento.

— Haga su trabajo verdugo— exclamó con rudeza el despiadado mensajero

El verdugo se movió enseguida, recostó a la “bruja” sobre la terrible arma y luego se acercó a la soga. Sus últimos momentos de vida, ella lo sabía y aun así continuaba aferrada a la vida. Se preguntaba si merecía aquel terrible castigo. Solo quería estar con ellas, con aquellos dos dulces ángeles que le habían dado sentido a su vida, sus dos preciadas hijas. Solo deseaba permanecer a su lado por siempre, verlas crecer, verlas sonreír felizmente, ¿acaso eso estaba mal? Tan solo anhelaba ser una madre, solo eso, pero ni ese pequeño deseo pudo cumplirse. Todo había acabado en menos de un segundo. Su vida había terminado, la guillotina había hecho su trabajo.

Fue un gran impacto para todas las personas presentes contemplar la muerte de una persona, pero el impacto se agravó cuando el verdugo descaradamente levantó la cabeza sin vida de la desdichada mujer mostrándosela a todo el mundo en señal de amenaza. Una persona abandonó el lugar al presenciar la escena, y así sucesivamente dejando solo el lugar, olvidando lentamente la existencia de la mujer conocida como la bruja, pero… ¿Qué pensaba aquella dama antes de morir? Posiblemente en la promesa que le hizo a su querida hija Karina.

*** 

La inocente niña lloraba sin detenerse, estaba triste luego de escuchar las palabras que le había dicho su madre.

— …Tienes que cumplir tu promesa— dijo en sollozos la pequeña infante— Encuentra a Alicia para qué volvamos a estar juntas…

— Karina— pronunció con dulzura la madre de la pequeña— Eres la mayor, puedes estar sola por un tiempo. No salgas de Felbeli y no hables con gente del Rey. Y también— sostiene las manos de su hija— nunca intentes invocar algo, úsalo solo si es realmente necesario

— …Y si nunca mas la vuelvo a ver

Aquella pregunta destrozó por completo el corazón de la madre. Era doloroso para ella responder a una pregunta que ni ella misma estaba segura que fuese a pasar, pero qué alternativas tenía. Solo una opción tenía: mentir y tratar de cumplir con su palabra.

— No hables de esa manera…— respondió su madre conteniendo con fuerza las lágrimas que estaba a punto de derramar— …volveré porque tú y Alicia son lo que más amo en este mundo— un lágrima resbaló por su mejilla—…cree en tu madre Karina— se acercó y le dio un ligero beso en la frente.

— Si mamá, yo creo en ti— contesto Karina dándole un fuerte abrazo a su madre, quien le correspondió enseguida.

El amor de una madre no puede ser superado por nada… solo por la muerte. El camino que ella escogió la llevo a ese cruel destino, un destino que la obligó a separarse de sus hijas, un destino que la llevo a hacer una promesa que nunca podrá cumplirse.

Así es como ella dejó a Karina, con la intención de encontrar a Alicia, quien había desaparecido luego del conflicto en el palacio real. Tan solo anhelaba que nuevamente las tres estuvieran juntas. Dejó a Karina para alejarla del malvado Rey Luis, pero a pesar de todos los esfuerzos que puso para hallar a su preciada hija Alicia, nunca pudo encontrarla. El veinticuatro de Diciembre de mil setecientos cuarenta y uno fue aprisionada y condenada a muerte públicamente. La injusta ejecución de la bruja quizás fue pagada dos años mas tarde cuando el reino de Luis XIII cayo a manos de Franco, príncipe de Arbel, quien tomó la cabeza del rey así como mas del 50% del reino.